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Mostrando entradas de junio, 2010

La Tradición que nos une

Supongamos que podemos comparar el CI de Einstein con el de un ser humano normal, sin discutir que sea o no sea normal. Puede ser todo lo alto que se quiera el de Einstein. En relación a la cantidad de conocimiento que se mueve en nuestra civilización, esa relación es despreciable. ¿A qué viene todo esto? A que la capacidad mental de cualquier ser humano superdotado no basta, ni sumando la de varios de ellos, para poder conocer la realidad humana, el conocimiento acumulado y, por su puesto, tomar decisiones sobre el futuro de la Humanidad. Los que creen que la razón, ilustrada o la natural y salvaje de las tribus, es capaz de encontrar la razón de todo y el último fin de cada sociedad, el cómo y el cuándo, no hacen más que vender una creencia, una opinión, una fe. Los que creen que se pueden anticipar a cada deseo, a cada elección libre de cada persona, de aquí hasta el final de la especie humana, no entienden lo que es la raza humana. Esta posición del hombre en la Naturaleza es

Loq ue nuestra tradición nos dice. Dignidad

Hay grupos de iluminados que se han dado cuenta, ¿ahora?, de que vivimos en una sociedad que proclama sólo derechos, nada de deberes. La cuestión es que aparecen muchos ejemplos de como, las peores atrocidades, las crueldades más gratuitas de unos seres humanos sobre otros, son ahogadas por los derechos de los responsables y, las víctimas, aparecen injustamente tratadas. Otra derivada es que, en el mundo laboral, hay un exceso de derechos que ahogan la libre iniciativa y la prosperidad de naciones enteras. La emergencia de las ideologías de masas ha desbordado la consideración de los derechos como palanca para la gestión de la moralidad. Me explico. Quienes han volcado sobre los derechos y la dignidad humana su moral de clase, ha hecho dos cosas. Los progres han sentado las bases de que el individuo, todos, es un fruto de las condiciones sociales. Los otros paternalistas, de derechas, con una visión negativa de la naturaleza humana, obligan al Derecho a una coordinación con la moral

Lo que los fundamentos de nuestra Tradicción nos dicen

La primera aproximación es la Declaración de Derechos Humanos. La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) es un documento declarativo adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), de 10 de diciembre de 1948 en París, que recoge los derechos humanos considerados básicos. (Wikipedia). En el Preámbulo la cuestión que nos ocupa se plantean de la siguiente manera: Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana. La base está en la dignidad con una referencia explícita a “los miembros de la familia humana”. Creo que se pasan tres pueblos los que consideran al ser humano con una dignidad referida a la fraternidad, al participar de una misma familia. La dignidad de cada ser humano se ha de suponer un paso más atrás. En sí misma y para cada uno de nosotros, de forma personal. Com